El
hecho de adquirir y tener al alcance gran cantidad de información han limitado
la capacidad en áreas del conocimiento como la investigación, los niños y
jóvenes tienen poca conciencia de que el internet esta al alcance de todos y
que los contenidos expuestos en dicha red son de procedencia dudable cuando no
vienen respaldados por una institución seria, sin embargo al pasar por alto
estas condiciones recaban información de donde sea para realizar sus tareas
siendo receptores muchas veces de una información errónea o no verificable.
Otro aspecto a reflexionar recae en que cada vez es más común el que los docentes se conformen con referencias electrónicas dando como resultado que los métodos usados anteriormente como el visitar bibliotecas y consultar directamente las obras sean considerados obsoletos.
En lo formal podríamos ubicar al internet como herramienta cultural pues en las encuentas todos contestamos que nos encanta leer, mandar correos electrónicos o ver documentales, pero en la práctica fuera del saber productivo, cualquier esfuerzo intelectual resulta casi incompresible para una sociedad acomodada acostumbrada al entretenimiento y al conocimiento fácil esto reflejado en estadísticas de los mexicanos pues según un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Internet (Ampici), titulado Hábitos de usuarios de internet en México el principal uso de nuestra población se limita a la interacción con otros y al entretenimiento. Dado la variedad de contenidos expuestos en la red no regulados en función de la edad, y de la poca información de lo que hacen nuestros hijos en la red muchas de las problemáticas sociales actuales se están presentando cada vez más a edades más tempranas y sin que nos percatemos una de estas: el cibber bullyng.
Según Irribarría, González, y Fundación Gaudium (2011) el ciberbullying (ciber-acoso), o acoso escolar a través de Internet, tiene su origen, en muchas ocasiones, en las redes sociales y en los canales de comunicación. Dado que en internet no cuesta nada el fabricar identidades falsas, es fácil también que con ello vengan insultos o amenazas. Es así como esta forma de agresión tiene manifestaciones diversas: comentarios ofensivos en foros, mensajes amenazantes por e-mail o SMS , robo de contraseñas, colgar imágenes comprometidas de la persona acosada, crear perfiles falsos con los datos de la víctima, hacer circular falsos rumores sobre el acosado.
La publicación de información personal (nombre, edad, colegio en que estudia, fotografías, etc.) puede ser utilizada por cualquier usuario de la red, poniendo en peligro al menor identificado. Existe también el riesgo del contacto con desconocidos, que pueden intentar engañarnos haciéndose pasar por una persona muy distinta a la que es en realidad. Así junto con el grooming, o acoso sexual a través de Internet, otra práctica ilegal consecuencia del uso de las nuevas tecnologías , se produce en la mayor parte de las ocasiones de manera muy similar: el adulto entra en páginas frecuentadas por niños haciéndose pasar por uno de ellos. Poco a poco, va ganándose la confianza de los menores hasta que llega una propuesta de cita, el chantaje, la intimidación, las amenazas.
Otro aspecto a reflexionar recae en que cada vez es más común el que los docentes se conformen con referencias electrónicas dando como resultado que los métodos usados anteriormente como el visitar bibliotecas y consultar directamente las obras sean considerados obsoletos.
En lo formal podríamos ubicar al internet como herramienta cultural pues en las encuentas todos contestamos que nos encanta leer, mandar correos electrónicos o ver documentales, pero en la práctica fuera del saber productivo, cualquier esfuerzo intelectual resulta casi incompresible para una sociedad acomodada acostumbrada al entretenimiento y al conocimiento fácil esto reflejado en estadísticas de los mexicanos pues según un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Internet (Ampici), titulado Hábitos de usuarios de internet en México el principal uso de nuestra población se limita a la interacción con otros y al entretenimiento. Dado la variedad de contenidos expuestos en la red no regulados en función de la edad, y de la poca información de lo que hacen nuestros hijos en la red muchas de las problemáticas sociales actuales se están presentando cada vez más a edades más tempranas y sin que nos percatemos una de estas: el cibber bullyng.
Según Irribarría, González, y Fundación Gaudium (2011) el ciberbullying (ciber-acoso), o acoso escolar a través de Internet, tiene su origen, en muchas ocasiones, en las redes sociales y en los canales de comunicación. Dado que en internet no cuesta nada el fabricar identidades falsas, es fácil también que con ello vengan insultos o amenazas. Es así como esta forma de agresión tiene manifestaciones diversas: comentarios ofensivos en foros, mensajes amenazantes por e-mail o SMS , robo de contraseñas, colgar imágenes comprometidas de la persona acosada, crear perfiles falsos con los datos de la víctima, hacer circular falsos rumores sobre el acosado.
La publicación de información personal (nombre, edad, colegio en que estudia, fotografías, etc.) puede ser utilizada por cualquier usuario de la red, poniendo en peligro al menor identificado. Existe también el riesgo del contacto con desconocidos, que pueden intentar engañarnos haciéndose pasar por una persona muy distinta a la que es en realidad. Así junto con el grooming, o acoso sexual a través de Internet, otra práctica ilegal consecuencia del uso de las nuevas tecnologías , se produce en la mayor parte de las ocasiones de manera muy similar: el adulto entra en páginas frecuentadas por niños haciéndose pasar por uno de ellos. Poco a poco, va ganándose la confianza de los menores hasta que llega una propuesta de cita, el chantaje, la intimidación, las amenazas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario